Este soy yo, bienvenido a mi, bienvenido a mi puta vida. Eres bien recibido aquí, en mi eterna frustración, en mi castrada felicidad. Puedes verme retorciéndome de dolor en el sucio barro, no vengas a salvarme, no necesito ayuda. La agonía me consume y me pulveriza, convirtiendo mi alma en un leve soplido que se pierde en la inmensidad de este intenso viento que erosiona mi cuerpo. El turbio mundo me desola, me agita, me controla como a un jodido pez muerto le controla su río. Negro y gris es todo lo que veo, me hago a la idea pero desearía estar muerto el día en que todo sea negro. No queda más espacio para la esperanza en mi vieja mochila, bastante sufrimiento he causado ya, nunca me lo perdonaré. El maldito tiempo ya ha escrito esa melancólica historia que hace estremecer a mi corazón y me advierte del peligro que corro en esta miserable vida. Intento ir marcha atrás, pero las astillosas lanzas de madera apuntan directamente a mi pecho, no puedo cambiar el sentido de la corriente de este río. Cada vistazo que echo al pasado es una puñalada, he seguido los pasos que me indicaban una brújula sin aguja, orientándome con un mapa invisible. Ciego, he estado tanto tiempo ciego que había olvidado el color del cielo. Mudo, sin poder pertenecer a ese mundo al que tanto he deseado. No puedo ignorar nada, intento convencerme para hacerlo pero es irremediablemente cotidiano recordar el pasado. No he podido dormir en toda la noche, ni siquiera sé por qué me siento como una jodida mierda, ¿estaré enfermo?. Seguiré caminando, disfrutando de cada paso, exprimiendo al máximo todas las vivencias hasta que mis deterioradas piernas me hagan caer inmóvil. Seguiré adelante, por todas aquellas personas a las que les importo y tanto amo, porque siento que todavía no he empezado a vivir, ¡maldita sea, quiero vivir!. Quiero ser algo en este mundo, quiero significar algo para alguien y demostrar lo que alguien significa para mi. Para ello tendré que demoler cada muro que se me presente, perforar cada montaña que se interponga entre mi objetivo y yo. No pienso darme por vencido, el auténtico perdedor es aquel que se da por vencido, pienso pelear hasta el final, aunque mis puños estén ya demasiado ensangrentados y doloridos. Sepultaré el pasado y quemaré todo lo malo, aunque para ello tenga que destruir parte de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario