Ideas, frustraciones, delirios, agonía, dolor, amor, vida, muerte... Cada entrada tiene su significado, intenta buscar el que creas más conveniente.
jueves, 10 de marzo de 2011
Mi Chaqueta
Un día entras a una tienda de ropa para comprar unas zapatillas. Te vas probando unas y otras, yendo de aquí para allá, que si son muy pequeñas, que si son muy grandes, que si no me gusta como son, que si son muy incómodas... hasta que de repente ves una chaqueta colgada en una percha separada del resto de la ropa de el comercio, la quieres, la deseas, te sientes identificada con ella, no es igual que las demás. Total, que al final te acabas comprando la chaqueta y dándole por culo a las zapatillas que es a lo que habías ido a la tienda. Pasas con ella buenos momentos y piensas que sin ella todo sería mucho peor. Sin embargo ahí está, manteniéndote caliente cuando más lo necesitas y cuando no tanto, a pesar de que a veces no pienses en ella, ni siquiera en que la llevas puesta. Te acostumbras tanto a ella que poco a poco vas olvidando lo importante que es para ti. Ya forma parte de tu piel, como una armadura que crees que nunca va a desaparecer. La dejas apartada, tirada en algún rincón cuando entras a algún bar o discoteca, sin pensar en el daño que le haces abandonándola ni en el daño que otros pueden hacerle. Pasan los días y semanas y esto cada vez se acentúa más, hasta que un día cuando vas a recoger tu chaqueta para volver a casa, te das cuenta de que ha desaparecido. ¿Y ahora qué hago?, te desesperas, das vueltas por toda la discoteca buscándola pero nada, se ha ido y crees que nunca volverás a tenerla. ¿Vuelvo a casa con tan solo una de mis camisetas puesta?, no puedo, moriría de frío. Así que decides coger la primera chaqueta que encuentras para conseguir llegar a tu lejano hogar y para que te abrigue durante un tiempo. Siempre que vas a salir de casa, la buscas y cuando la encuentras te acuerdas de tu chaqueta y dices, esta no es la mía. La quieres de nuevo pero no sabes donde está. Pronto llega el verano y te deshaces de la chaqueta robada para siempre dejándola en el contenedor de los niños pobres para que abrigue a alguien que se la merezca más y que se sienta cómodo con ella. El verano se pasa volando, vas de camisa en camisa, por fin te compras las zapatillas que tanto querías y buscabas, unos vaqueros muy chulos con agujeros en las rodillas, calcetines, calzoncillos, camisetas de grupos... En otoño igual, gorros, guantes, bufandas... Todo parece estar en orden, pero no te das cuenta de algo, miras el calendario, estamos en noviembre ya... el invierno está llegando de nuevo y no tienes tu chaqueta, ¿qué vas a hacer?.
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Quitarsela a alguien es una opción, ¿no? xD
ResponderEliminarDe hecho es lo que hago, jajaja.
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