jueves, 24 de marzo de 2011

Juventud

   Si hay algo de valor en nuestras estúpidas vidas, es el derecho a cambiar el mundo. Siempre hay alguna absurda utopía con la que todos hemos soñado, pero nunca actuamos. Los cambios de sociedad vienen marcados por cambios ideales y en definitiva por el choque de dos clases, la clase dominante y la revolucionaria.
¿Estamos contentos con el mundo?, ¿a qué clase perteneces?. Estamos dominados por los peces gordos, vigilados por la policía de lo que consideran "correcto", obligados a caminar por una senda sin salirnos del itinerario. Podemos obedecer y formar parte de la clase dominante, de este modo el mundo seguirá igual. Podemos desobedecer y cambiar el jodido mundo. Podemos empezar por la música, escucha música que cabree a tus padres. Podemos seguir por las leyes, desobedece las leyes que no tengan peso moral, algunas tan absurdas como sus propios creadores. Podemos pedir perdón y admitir nuestros putos errores, en lugar de usar nuestro orgullo como bozal para hacer callar a nuestro corazón. Debemos cabrear a los políticos, debemos pintar sus fachadas, debemos romper sus retrovisores, debemos tirarles zapatos, debemos sustituirlos. Debemos aplastar a la anterior generación, al igual que nuestros hijos nos aplastarán algún día. 
Bueno... lo dejo ya que se me va mucho la olla y no sé ni lo que escribo, mañana continúo.





1 comentario:

  1. Pues yo no diría que se te va la olla, yo diría que llevas mucha razón, hay que matar a los políticos, dan asco puto xD
    PD: estas jodidamente loco, pero molas.

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