Bueno, aquí estoy frente al ordenador, como viene siendo habitual durante estas noches de verano y como viene siendo molestamente habitual, sin nada que escribir y con mil ideas rondando la cabeza. Todas girando, algunas incluso a contracorriente, necesito que se estanquen y que fermenten. Todo gira alrededor del mismo punto, todo el universo, desde las colosales estrellas hasta los más pequeños asteroides. Ahora a solas, más que nunca puedo pensar y reflexionar sobre todo, lo quiero. Entre mi enfermedad puedo verla, ver la cura. No es nada afable el saber que algún día el universo será un completo caos, ya he vivido así, no quiero volver a probarlo. He puesto todo mi alma y empeño en seguir adelante, me he sacrificado cada segundo, maldita sea, quiero ser feliz. Quiero tener la vida que deseo, quiero tener esa vida al completo, contigo. Quiero que me necesites y que sepas que te necesito, ya no sé cómo demostrártelo (bueno, si que lo sé, pero en España es ilegal). Hoy quiero soñar y despertar en una habitación de hotel, necesito que estés ahí, durmiendo, necesito que si lees esto, tú también lo imagines, necesito abrir las cortinas y que la luz del Sol me queme las retinas. Necesito ver algo que nunca haya visto, una ciudad nueva para mi, un horizonte al que caminar, una montaña que escalar. Necesito romper el cristal de la ventana, necesito ver mis puños sangrar, necesito saltar al vacío y reventarme los sesos contra el asfalto. Quiero ser un niño muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario